Discurso Apertura GUAIMUN 2018

 

Formando líderes.

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Hoy, puedo orgullosamente decir que me encuentro frente a la nueva generación de líderes.  Entendiblemente, muchos creerán que hablo de la nueva generación de embajadores, diputados y jefes de Estado.  No precisamente.  En realidad, me refiero a la nueva tanda de arquitectos, abogados, ingenieros, músicos y emprendedores; que muchos sin haber pisado en su vida unas oficinas corporativas tienen más habilidades profesionales, visión y dedicación que el 90% de los empleados en cualquier empresa.
 
Me encuentro frente a un grupo de gente que está dispuesto a seguir adelante, sin que nada nos detenga.  Los reales cambios se generan en las situaciones más complicadas.  Cuando hacemos cosas difíciles, suelen ser las que generan un mayor impacto. Y la semilla de ese gran impacto que uno desea crear comienza con dos ingredientes.  El primero es una simple idea, un problema que desees arreglar, un producto que quieras inventar, una injusticia que quieras acabar.  El segundo ingrediente es sin duda más importante.  Pasión. Porque las ideas son solo ideas y se las lleva el silencioso viento de la pereza y la inacción.  Para volverlas realidad, se necesita creer apasionadamente en lo que haces, y que nadie pueda cambiar tu opinión al respecto. 
Nuestra generación tiene la oportunidad de cambiar el mundo.
 
Nunca pierdan custodia de su niño interior.
Ese niño que no entiende el concepto de egoísmo e intereses personales. Aquel que disculpa a quienes se equivocan sin necesitar algo de vuelta.  Aquel con las ideas fuera de lo normal, que la grave convicción a su idea lo lleva a pensar que "algo hice mal, déjame intentar de nuevo que esta vez sí funciona." Ese pequeño ser humano cuyo único deseo, inspirado por sus superhéroes favoritos, es salvar el mundo, enfrentándose ante cualquier adversidad.
 
Yo confío en nosotros.
Porque nuestra identidad… no como margariteños ni venezolanos.  Nuestra identidad como ciudadanos del mundo es la de seres dignos dispuesto a ayudarse y progresar en conjunto.
 
Yo confío en nosotros.
Porque, aunque los noticieros y los periódicos parezcan decir lo contrario, somos más aquellos guiados hacia hacer el bien que los cínicos y egoístas.
 
Yo confío en nosotros.
La juventud es la cara de la esperanza por un mundo mejor.  Somos las voces que quieren ser 
escuchadas.  Y ese deseo de ser escuchados es una llama que brilla sin parar, y que pide urgentemente una tarima, y que, al momento de no encontrar tarima, pues la construirá a base de pasión y perseverancia.  Nos montaremos en ese espacio y gritaremos a todo pulmón nuestro descontento con las injusticias y los problemas que sufren a quienes representamos.  Y representamos a un pequeño grupo llamado humanidad. 

 

 

 

 

 

 

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Diego Perez 

Secretario General GUAIMUN 2018.